Las Matemáticas en Alemania | siglo XIX| Gauss - .

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miércoles, 6 de diciembre de 2017

Las Matemáticas en Alemania | siglo XIX| Gauss



La figura más relevante es la de Carl Friedrich Gauss. Nacido en la ciudad de Brunswick, fue reconocido muy pronto como un niño prodigio y encontró apoyo para sus estudios. Entre 1795 y 1798 estudió en Göttingen y obtuvo su doctorado en matemáticas en Helmstädt. Su extraordinaria mente obtuvo resultados en los principales campos de las matemáticas del siglo XIX con una originalidad y profundidad que han hecho que se le llame el "príncipe de las matemáticas''. Se sabe a partir de su diario personal, una de las joyas de la construcción intelectual y el pensamiento, que en el año 1795 ya había encontrado la ley de reciprocidad cuadrática en la teoría de números (independientemente de Euler). 
Sus resultados en la teoría de números aparecieron en uno de los más famosos libros de la historia la matemáticas: Disquisitiones Arithmeticae (1801). Aquí se introduce la prueba más rigurosa hasta ese momento del teorema fundamental del álgebra, que establece que toda ecuación algebraica con coeficientes reales tiene al menos una raíz y, de hecho, posee n raíces. Gauss dio varias demostraciones de este teorema a lo largo de su vida. El corazón de esta obra es la teoría de las congruencias cuadráticas, formas y residuos, que culminan con la ley de residuos cuadráticos. También considera la división del círculo, es decir, las raíces de la ecuación xn=1. Una de las consecuencias de estos trabajos fue la construcción de un polígono de 17 lados mediante regla y compás. 
Disquisitiones Arithmeticae
Gauss no abandonó la teoría de números en ningún momento. Entre 1825 y 1831 publicó trabajos sobre residuos bicuadráticos que daban continuación a sus trabajos en las Disquisitiones pero usando la teoría de los números complejos.
Fue Gauss precisamente quien efectuó una representación de los números complejos a través de puntos en el plano, dando pleno sentido a estos números en la conciencia de los matemáticos. Pero fueron muchos los intereses de Gauss. Por ejemplo, la astronomía. De hecho, fue durante muchos años director del Observatorio Astronómico en Göttingen. Calculó la órbita del planetoide Ceres descubierto en 1801 (por medio de una ecuación de grado 8). Al descubrirse un nuevo planetoide, Pallas, estudió la perturbación secular de los planetas, la atracción de elipsoides generales, la cuadratura mecánica y en los siguientes años generó varias obras relevantes en astronomía, entre ellas Theoria motus corporum coelestium (1 809).
Su trabajo en geodesia le permitió combinar estudios prácticos y teóricos, puros y aplicados. Retomó el estudio del método de cuadrados mínimos, tema que ya había sido considerado por Legendre y Laplace. En 1827, publicó Disquisitiones generales circa superficies curvas: otra obra clásica.
Aunque con el transcurso de los años dedicó cada vez más su concentración a las matemáticas aplicadas, siempre encontró el momento para realizar contribuciones teóricas de primera línea. Por ejemplo, en la década de 1830, interesado en asuntos del trabajo experimental sobre magnetismo terrestre, elaboró una teoría sobre las fuerzas que actúan inversamente proporcionales al cuadrado de las distancias, tema que tocaba la teoría del potencial como una rama separada de las matemáticas.
Un resultado muy conocido en variable compleja es el siguiente. En una curva cerrada simple, con f(z) = w = x+yi una función compleja con derivada en todo punto de la curva y en el interior de ésta, entonces la integral de línea a lo largo de la curva es nula
Éste se suele llamar teorema de la integral de Cauchy, también de Cauchy-Goursat.
Otra de los aportes radicalmente originales de Gauss fueron las geometrías no euclidianas, tema que retomaremos luego.
Gauss había obtenido, también, contribuciones en el tema de las funciones elípticas, que son de la forma:

Este es un tema que también había trabajado durante muchos años Legendre, y antes Euler. Gauss había detectado la doble periodicidad de las funciones elípticas, que también se llaman "lemniscatas''. Se sabe que esto lo había obtenido por lo menos desde 1800. Sin embargo, el asunto sería también descubierto tiempo después por Abel, 1827 - 1828, que lo publicó en el Journal de Crelle.





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