El principal discípulo
de Sócrates fue Platón, quien también afirmaba que la filosofía
moral era más
importante que la ciencia, aunque no en el caso de
las matemáticas. Estuvo también influenciado
por la visión de
Parménides que niega a los sentidos la posibilidad de generar
conocimiento, y
también por los pitagóricos, tanto en la epistemología como en su valoración sobre los números.
Esto último se puede ver
por ejemplo en la cosmología que desarrolla en el Timeo.
Podemos decir que una combinación de tanto la visión heredada de Sócrates como la influencia de Parménides y Pitágoras se encuentra a la base de la "teoría de las formas'' también llamado teoría de las Ideas.
Platón estableció con claridad el carácter abstracto de las matemáticas y sus entidades, y las vinculó a otras como la justicia y bondad
Después de los sofistas,
fueron Platón (427 - 347 a.C.) y sus discípulos los que asumieron
un papel decisivo en la Atenas antigua. Se presume que Teodoro de
Cirene (c. 470 a.C.) y Arquitas de Tarento (428 - 347 a.C.), ambos
pitagóricos, enseñaron matemáticas a Platón. Esta influenci
específica debe ser tomada en cuenta a la hora de interpretar la
historia de la filosofía y las matemáticas griegas.
Platón estableció con claridad el carácter abstracto de las matemáticas y sus entidades, y las vinculó a otras como la justicia y bondad, y, también, afirmó las matemáticas como una preparación para la filosofía y para el conocimiento de un mundo ideal que era considerado el único verdadero.
Platón distinguió entre los objetos físicos y los entes abstractos como en las matemáticas, declaró que el mundo físico era imperfecto, más bien, una realización imperfecta de un mundo ideal perfecto: el único que vale la pena estudiar. El conocimiento infalible solo puede serlo sobre ese mundo ideal, cuyos entes y relaciones son permanentes, incorruptibles y eternas.
Platón estableció con claridad el carácter abstracto de las matemáticas y sus entidades, y las vinculó a otras como la justicia y bondad, y, también, afirmó las matemáticas como una preparación para la filosofía y para el conocimiento de un mundo ideal que era considerado el único verdadero.
Platón distinguió entre los objetos físicos y los entes abstractos como en las matemáticas, declaró que el mundo físico era imperfecto, más bien, una realización imperfecta de un mundo ideal perfecto: el único que vale la pena estudiar. El conocimiento infalible solo puede serlo sobre ese mundo ideal, cuyos entes y relaciones son permanentes, incorruptibles y eternas.
Hipócrates de Quíos |
Es en este contexto
intelectual que se deben explicar dos de los supuestos aportes de la
escuela
platónica: el método analítico y el método de reducción
al absurdo. En el primero se busca de partir
de lo que se trata de
demostrar y para extraer consecuencias hasta encontrar una verdad o
una
contradicción. Si se llega a una contradicción, lo que se
supuso se asume como demostrado que era
falso. Si se llega a una
verdad, hay demostración de verdad, y solamente se revierte el
proceso
hacia atrás, para llegar a lo supuesto. El método
indirecto de reducción al absurdo se le atribuye también a
Hipócrates de Quíos.
Para Platón, el
conocimiento debe organizarse de manera deductiva. Podemos decir que
fue este
filósofo quien sistematizó estas reglas para la
demostración rigurosa. Es decir: organización
deductiva a partir
de verdades conocidas. Esto es realmente importante. Puede dársele
todo el
crédito a Platón o no, aquí y para toda la historia de la
ciencia y las matemáticas, la realidad es que
se estaba
estableciendo una metodología para la creación del conocimiento
matemático. Pero de
una manera en que se eliminaban procedimientos
y hechos aceptados en las matemáticas desde
siglos antes de los
griegos, que hacían referencia a la heurística, la intuición, la
inducción, la
exploración sensorial, la vinculación con lo
empírico, etc.
Entonces, a partir de
premisas filosóficas específicas se estaban definiendo los límites
y los
métodos de las matemáticas: es éste un ejemplo de una
auténtica construcción social, histórica, de
una disciplina
cognoscitiva, con todos los factores que suelen participar.
Ahora bien, la pregunta
que emerge es acerca de la razón para este extraordinario énfasis
en la
deducción. Es uno de los temas más apasionantes de la
filosofía de las matemáticas.
Una opinión que se suele ofrecer es
la relación estrecha entre filósofos y matemáticos, los primeros
en busca de obtener verdades, es decir, resultados libres del error,
de lo probable, de lo
simplemente aproximado. La deducción permitía
obtener resultados verdaderos, seguros. La
inducción o la
experimentación no lo permitían.
Otra razón que tuvo que
haber jugado un papel es el descrédito que se creó en torno a las
actividades prácticas y mecánicas. En la época de Platón las
prácticas materiales ordinarias,
comerciales, artesanales, eran
colocadas en una posición social menos relevante. Una ideología
favorecida en un momento político y cultural dominado por visiones
aristocráticas, elitistas, en una
Atenas recién derrotada por
Esparta en las guerras del Peloponeso.
Puede decirse que a
partir de este momento se estableció la deducción como el método
exigido, exclusivo, de las matemáticas. Y es esta situación la que,
podemos decir, creó una distinción
específica en la naturaleza de
las matemáticas.
Entonces, algunos de los
límites y las características propias de la construcción
matemática en estos términos fueron un
producto del llamado periodo clásico de la civilización griega;
aquí la
influencia filosófica ejercida por la escuela de Platón,
sin haber sido la única, tuvo una especial
relevancia.
Un detalle importante
refiere más bien a la astronomía en Platón, que subrayó el valor
del círculo y
la esfera, como consignan Rioja y Ordóñez:
“Si los movimientos de los astros son susceptibles de ser conocidos racionalmente y la astronomía como ciencia es posible, entonces quiere decirse que sus movimientos son ordenados, aunque la observación directamente no lo ponga de manifiesto. Luego, bajo los movimientos irregulares aparentes ha de ser posible encontrar los verdaderos movimientos regulares. En el Cielo ni hay ni puede haber astros errantes, que recorran cada vez un camino distinto. El Sol, la Luna y los planetas, aunque en apariencia describan trayectorias sin figura precisa, en realidad se hallan sometidos a la necesidad de una ley inalterable, como inalterables son las propiedades de las figuras geométricas.La astronomía está estrechamente emparentada con la geometría. Su objeto es el estudio de los sólidos en movimiento. El problema que se plantea es cuál sea la figura más adecuada a dichos sólidos y al movimiento que realizan. La respuesta no puede ser otra que la figura más simétrica, es decir, la más capaz de no verse alterada cuando es sometida a ciertas transformaciones como, por ejemplo, el giro. Y esa figura es desde luego la esfera (en tres dimensiones) y el círculo (en dos). En definitiva, la figura perfecta es la esfera y el movimiento perfecto es el circular.''
[Rioja, Ana y
Ordóñez,
Javier: Teorías del universo. Volumen I. De los pitagóricos a
Galileo, pp. 35-36]
Más aun, siempre para
Platón:
"... los fenómenos terrestres (a diferencia de los celestes) no parecían esconder la menor regularidad, el más mínimo orden y, por tanto, no eran susceptibles de ser conocidos racionalmente. De la Tierra no podía haber ciencia. La física, a diferencia de la astronomía geométrica, no era una ciencia porque no es posible conocer lo que está en incesante cambio.''
[Rioja, Ana y Ordóñez,
Javier: Teorías del universo. Volumen I. De los pitagóricos a
Galileo, p. 36.]
Platón consideraba las
observaciones y los experimentos sin valor o incluso dañinos. Sin
embargo,
él consideraba que las matemáticas ofrecían una certeza
que permitía integrar las ideas puras; las
matemáticas resultaban
un instrumento pedagógico esencial para la mente, permitía
potenciar el
razonamiento abstracto necesario para comprender las
formas. Esto es relevante.
La colocación de las matemáticas en esta posición privilegiada en la actividad científica fue un factor que extendió la influencia pitagórica en torno a las matemáticas griegas y, eventualmente, contribuiría al papel jugado por las matemáticas en la ciencia moderna.
La colocación de las matemáticas en esta posición privilegiada en la actividad científica fue un factor que extendió la influencia pitagórica en torno a las matemáticas griegas y, eventualmente, contribuiría al papel jugado por las matemáticas en la ciencia moderna.
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