miércoles, 6 de diciembre de 2017

Las Matemáticas en Alemania | siglo XIX| Gauss



La figura más relevante es la de Carl Friedrich Gauss. Nacido en la ciudad de Brunswick, fue reconocido muy pronto como un niño prodigio y encontró apoyo para sus estudios. Entre 1795 y 1798 estudió en Göttingen y obtuvo su doctorado en matemáticas en Helmstädt. Su extraordinaria mente obtuvo resultados en los principales campos de las matemáticas del siglo XIX con una originalidad y profundidad que han hecho que se le llame el "príncipe de las matemáticas''. Se sabe a partir de su diario personal, una de las joyas de la construcción intelectual y el pensamiento, que en el año 1795 ya había encontrado la ley de reciprocidad cuadrática en la teoría de números (independientemente de Euler). 
Sus resultados en la teoría de números aparecieron en uno de los más famosos libros de la historia la matemáticas: Disquisitiones Arithmeticae (1801). Aquí se introduce la prueba más rigurosa hasta ese momento del teorema fundamental del álgebra, que establece que toda ecuación algebraica con coeficientes reales tiene al menos una raíz y, de hecho, posee n raíces. Gauss dio varias demostraciones de este teorema a lo largo de su vida. El corazón de esta obra es la teoría de las congruencias cuadráticas, formas y residuos, que culminan con la ley de residuos cuadráticos. También considera la división del círculo, es decir, las raíces de la ecuación xn=1. Una de las consecuencias de estos trabajos fue la construcción de un polígono de 17 lados mediante regla y compás. 
Disquisitiones Arithmeticae
Gauss no abandonó la teoría de números en ningún momento. Entre 1825 y 1831 publicó trabajos sobre residuos bicuadráticos que daban continuación a sus trabajos en las Disquisitiones pero usando la teoría de los números complejos.
Fue Gauss precisamente quien efectuó una representación de los números complejos a través de puntos en el plano, dando pleno sentido a estos números en la conciencia de los matemáticos. Pero fueron muchos los intereses de Gauss. Por ejemplo, la astronomía. De hecho, fue durante muchos años director del Observatorio Astronómico en Göttingen. Calculó la órbita del planetoide Ceres descubierto en 1801 (por medio de una ecuación de grado 8). Al descubrirse un nuevo planetoide, Pallas, estudió la perturbación secular de los planetas, la atracción de elipsoides generales, la cuadratura mecánica y en los siguientes años generó varias obras relevantes en astronomía, entre ellas Theoria motus corporum coelestium (1 809).
Su trabajo en geodesia le permitió combinar estudios prácticos y teóricos, puros y aplicados. Retomó el estudio del método de cuadrados mínimos, tema que ya había sido considerado por Legendre y Laplace. En 1827, publicó Disquisitiones generales circa superficies curvas: otra obra clásica.
Aunque con el transcurso de los años dedicó cada vez más su concentración a las matemáticas aplicadas, siempre encontró el momento para realizar contribuciones teóricas de primera línea. Por ejemplo, en la década de 1830, interesado en asuntos del trabajo experimental sobre magnetismo terrestre, elaboró una teoría sobre las fuerzas que actúan inversamente proporcionales al cuadrado de las distancias, tema que tocaba la teoría del potencial como una rama separada de las matemáticas.
Un resultado muy conocido en variable compleja es el siguiente. En una curva cerrada simple, con f(z) = w = x+yi una función compleja con derivada en todo punto de la curva y en el interior de ésta, entonces la integral de línea a lo largo de la curva es nula
Éste se suele llamar teorema de la integral de Cauchy, también de Cauchy-Goursat.
Otra de los aportes radicalmente originales de Gauss fueron las geometrías no euclidianas, tema que retomaremos luego.
Gauss había obtenido, también, contribuciones en el tema de las funciones elípticas, que son de la forma:

Este es un tema que también había trabajado durante muchos años Legendre, y antes Euler. Gauss había detectado la doble periodicidad de las funciones elípticas, que también se llaman "lemniscatas''. Se sabe que esto lo había obtenido por lo menos desde 1800. Sin embargo, el asunto sería también descubierto tiempo después por Abel, 1827 - 1828, que lo publicó en el Journal de Crelle.





martes, 5 de diciembre de 2017

Las Matemáticas en Alemania | siglo XIX| Introducción



El otro lugar clave en las matemáticas del siglo XIX es Alemania.
La Revolución Francesa generó una gran transformación en la educación científica y técnica. En esa dirección, fueron relevantes los colegios técnicos y de ingeniería en los cuales los profesores y estudiantes tenían un salario dado por el Estado. Esto también se desarrolló en Alemania donde después de la derrota que sufrieron ante Napoleón generaron una importante reorganización. Debe recordarse la creación de un nuevo tipo de universidad bajo la influencia de Wilhelm von Humboldt. Se trataba de una entidad financiada y manejada por el Estado, pero donde se ofrecía completa libertad a sus profesores. Esto era decisivo. ¿Que pasó, entonces? Uno de sus resultados más importantes fue que las universidades alemanas se convirtieron en auténticos centros de investigación; en algunos casos también se generaron importantes laboratorios para la experimentación.
Pero hay más. Los cambios de la educación superior no se pueden colocar fuera de otras acciones relevantes, como fue la formación de varias docenas de escuelas técnicas. Estas se orientaron esencialmente a la ingeniería y la minería pero, también, a las técnicas presentes en la producción de textiles.
¿Consecuencias? A finales del siglo XIX las universidades alemanas y sus centros de
investigación y laboratorios eran los más importantes del mundo.



sábado, 4 de noviembre de 2017

Las Matemáticas en Francia | La segunda mitad del siglo XIX | Poincaré



Se considera, sin embargo, como el matemático más importante de la segunda mitad del siglo XIX al profesor de la Sorbone, en París, Henri Poincaré, uno de los matemáticos universales, que trabajó prácticamente en todos los temas importantes de las matemáticas de su tiempo. En la física matemática: teoría del potencial, electricidad, conducción de calor, electromagnetismo, hidrodinámica, mecánica celeste, termodinámica, probabilidades, etc.; en las matemáticas puras: funciones fuchsianas automórficas, ecuaciones diferenciales de topología, fundamentos de la matemática, etc.
Hizo la observación de que los sistemas determinísticos pueden ofrecer un comportamiento caótico, lo que dio por ejemplo, una campanada de lo que se llamaría, más adelante, la teoría del caos.
Una de sus más conocidas contribuciones a las matemáticas fue la teoría de las funciones automorfas. Estas son generalizaciones de las funciones trigonométricas o de las elípticas. f(z) es automorfa si es analítica en un dominio A, salvo en sus polos, y resulta invariante bajo el grupo infinito numerable de transformaciones lineales de la forma
Entre sus aplicaciones, aparecen en la solución de ecuaciones diferenciales lineales de segundo  orden con coeficientes algebraicos.
Los historiadores de las matemáticas afirman que el corazón del trabajo de Poincaré se encuentra  en la mecánica celeste, a partir de la cual aportó resultados en las series divergentes, la teoría de expansiones asintóticas, los invariantes integrales, la estabilidad de órbitas, etc. Publicó: Les  méthodes nouvelles de la mécanique céleste (1892 - 1899, en tres volúmenes), y Leçons de  mécanique céleste (1905 - 1910, otros 3 volúmenes). Se compara el espíritu intelectual de Poincaré  con el de Laplace en la mecánica.

Para Struik: "Poincaré era como Euler y Gauss; en todo en lo que nos le acercamos encontramos un estímulo a la originalidad. Nuestras teorías modernas sobre relatividad, cosmogonía, probabilidad y topología fueron todas vitalmente influidas por el trabajo de Poincaré''. [Struik: A concise..., p. 179]

miércoles, 25 de octubre de 2017

Las Matemáticas en Francia | La segunda mitad del siglo XIX | Hermite, Darboux, Liouville



Hermite
Francia no se quedó atrás en la segunda mitad del siglo XIX; relevantes matemáticos hicieron importantes contribuciones: Charles Hermite, Gaston Darboux, Joseph Liouville. Este último, editor y organizador durante muchísimos años del Journal de mathématiques pures et appliquées, trabajó en varios campos que van desde la teoría aritmética de las formas cuadráticas de 2 y más variables, la mecánica estadística, hasta la demostración de la existencia de números trascendentes (un detalle: que el número y 2 son raíces de una ecuación cuadrática con coeficientes racionales). También hizo contribuciones en la geometría diferencial de superficies.

Liouville había demostrado la existencia de números trascendentes. Veamos esto un poco más despacio.
Considere la ecuación 
Con n>0 y los coeficientes a1 números enteros, entonces las raíces de esa ecuación se llaman números algebraicos. La pregunta que se planteó entonces fue si todos los números irracionales eran raíces de ecuaciones algebraicas, para algún n>2
Liouville
Liouville construyó en 1844 una clase de números no algebraicos: "de Liouville'' precisamente. Y esta clase es un subconjunto del conjunto de los números trascendentes.

Hermite demostró en 1873 que era trascendente (en un artículo de la revista Comptes Rendus), y Ferdinand Lindemann ("Über die zahl'', Mathematische Annalen) lo hizo con el número Π (Lambert en 1770 y Legendre en 1794 habían ya demostrado que era irracional). Es interesante la prueba de Lindemann. Mostró que si x es algebraico no se cumple la ecuaciónix+1=0. Euler había demostrado que Π satisfacía esa ecuación. Luego: Π.no podía ser algebraico.
Este resultado, además, demostró que no se podía lograr la cuadratura del círculo. ¿Por qué? Con las restricciones euclídeas, ésta obligaba a que fuera raíz de una ecuación algebraica (y además que se pudiera expresar por raíces cuadradas). Si Π no era algebraico, no había cuadratura del círculo.
El resultado de Hermite se llama "Teorema de Hermite''.
Hermite se considera como el mejor analista en Francia después de la muerte de Cauchy en el año 1857. Trabajó las funciones elípticas, funciones modulares, la teoría de números, la teoría de invariantes, y las funciones Theta. Uno de sus resultados fue una solución de la ecuación general de quinto grado por medio de funciones elípticas.
Hermite tuvo una fructífera relación con el matemático holandés T. J. Stieltjes. 
Darboux

Darboux, con un enfoque geométrico e intuitivo, hizo contribuciones en la geometría diferencial asociada con ecuaciones diferenciales parciales y ordinarias y con la mecánica. Struik valora el papel de Darboux de la siguiente manera:
 "... con su habilidad administrativa y pedagógica, su fina intuición geométrica, su dominio de la técnica analítica, y su comprensión de Riemann, ocupó en Francia una posición algo análoga a la de Klein en Alemania''. [Struik: A concise..., p. 178]
Al final del siglo XIX y principios del XX se pueden citar varios matemáticos franceses importantes: René Baire, Emile Borel, J. S. Hadamard, H. L. Lebesgue y C. E. Picard.

sábado, 23 de septiembre de 2017

Las Matemáticas en Francia | Siglos XVIII y XIX | En torno a la Revolución | Galois

Otro de los matemáticos franceses que forman parte de esta colección de eminentes científicos en ese escenario fue Évariste Galois, aunque se trata de un caso excepcional y diferente. Galois fue rechazado en las dos ocasiones que intentó entrar a la École Polytechnique y aunque logró entrar a la École Normale (que se llamaba entonces École Préparatoire), con un nivel mucho más bajo, también rápidamente fue expulsado de ésta (por criticar al director por no apoyar éste la revolución de 1830).
Su vida fue cortada abrupta y prematuramente en un duelo.
Con ideas hasta cierto punto anticipadas por Lagrange y por el italiano Ruffini, Galois creó la teoría de grupos, fundamento del álgebra moderna y de la geometría moderna. Ya desarrollaremos estos detalles.
Él consideró las propiedades fundamentales del grupo de transformaciones que pertenecía a las raíces de una ecuación algebraica y estudió el papel de algunos subgrupos invariantes.
Sus publicaciones tuvieron una vida también difícil: aunque en la École había publicado 4 artículos, en 1829 sometió dos a la Academia de Ciencias pero éstos fueron perdidos por Cauchy; otro el año siguiente enviado a Fourier corrió suerte similar porque este último matemático se murió. Presentado nuevamente como "Sur les conditions de résolubilité des équations par radicaux'', fue leído por Poisson, quien pidió que hiciera aclaraciones y lo completara. Poisson no entendió el artículo de Galois. 
Un documento con sus investigaciones, enviado a un amigo (August Chevalier) la víspera de su muerte y dirigido a Gauss y Jacobi (quienes nunca lo recibieron), fue el único que se preservó, pero no sería conocido sino hasta muchos años después, hasta 1846, año en que los trabajos de Galois se publicaron en el Journal de Mathématiques por el concurso del matemático Liouville.
Su importancia no sería reconocida, no obstante, hasta que Jordan, Klein y Lie incorporaron su aproximación en sus propios trabajos. De hecho el trabajo de Camille Jordan Traité des substitutions et des équations algébriques fue la primera presentación completa de la teoría y métodos de Galois. Se considera el principio unificador que desarrolló como uno de los resultados más importantes de las matemáticas decimonónicas. Bell subraya:
"Desde 1870 a la segunda década del siglo XX, los grupos dominaron un amplio sector del pensamiento matemático y a veces se los calificó diciendo que eran la llave maestra desde hace tanto tiempo buscada para todas las matemáticas.'' [Bell, E.T.: Historia de las matemáticas, p. 250]
Es interesante mencionar el reconocimiento que recibieron algunos de estos matemáticos en la
época:
"Gauss y Cauchy murieron en un intervalo de dos años, el primero en 1855 y el segundo en 1857. Ambos habían recibido diversos y abundantes honores, tal como había sido el caso anteriormente con Lagrange, Carnot y Laplace. Lagrange y Carnot fueron nombrados condes, y a Laplace se le concedió el título de marqués. Cauchy fue nombrado "barón'' por Carlos X, como recompensa a su fidelidad. Gauss, en cambio, nunca alcanzó el rango de la nobleza en el sentido legal del término, pero la posteridad lo ha aclamado unánimemente con el título aun más glorioso de Princeps Mathematicorum o 'Príncipe de los Matemáticos''' [Boyer, C: Historia de la matemática, p. 654]



domingo, 17 de septiembre de 2017

Las Matemáticas en Francia | Siglos XVIII y XIX | En torno a la Revolución | Cauchy,



Cauchy es considerado, después de Euler, el matemático más prolífico de todos los tiempos. Su mente y sus contribuciones en diferentes campos de las matemáticas puras y aplicadas: la teoría de funciones de variable compleja, la teoría matemática de la elasticidad, resultados en la teoría de la luz de la mecánica, etc. Por ejemplo, en 1831 ofreció el teorema que establece que toda función analítica en una variable compleja w=f(z), puede desarrollarse en serie de potencias en un punto z=z0 ; la serie converge en todos los valores de z que pertenecen a un círculo abierto con centro z0 y tal que su circunferencia pasa por el punto singular z1 para f(z) más cercano a z0
Las series se convirtieron en una dimensión decisiva de las funciones de variables tanto reales como complejas.
Una de sus contribuciones más importantes se dio en la potenciación del rigor en las matemáticas. Cauchy, al igual que Abel y Bolzano, buscó corregir las debilidades de un desarrollo matemático durante todo el siglo XVIII que puso su énfasis en la experimentación, la aplicación, la intuición, y no en los criterios lógicos y aquellos más bien asociados a la geometría clásica. Cauchy revisó cuidadosamente el concepto de función de una variable real. Y ofreció un fundamento al cálculo casi como el que encontramos hoy en los textos de matemáticas. Cauchy retomó el concepto de límite introducido por d'Alembert para definir la derivada de una función.
Cauchy uso la notación de Lagrange con un enfoque analítico y no algebraico. Brindó especial atención a la convergencia de las series. Es decir, buscó pruebas para demostrar la convergencia de la series. De hecho, varios criterios de convergencia de series llevan su nombre.
También dio una prueba de existencia para la solución de una ecuación diferencial y para un sistema de estas ecuaciones. 
Se dice que tal era su productividad, que la Academia francesa limitó el tamaño de los artículos que se le enviaban a la revista Comptes Rendus para poder publicar los resultados de Cauchy.
Cauchy murió en el año 1857. Gauss había muerto dos años antes. 

 

lunes, 4 de septiembre de 2017

Las Matemáticas en Francia | Siglos XVIII y XIX | En torno a la Revolución | Joseph Fourier | Denis Poisson



También ligados a la École Polytechnique, deben mencionarse los nombres de Joseph Fourier, Siméon Denis Poisson y Augustin Cauchy.
Los trabajos de Poisson fueron variados y con una gran productividad: ecuaciones diferenciales, elasticidad, teoría del potencial, probabilidades. Su obra Traité de mécanique (1811) prosigue la tradición de Lagrange y Laplace en el estudio de la mecánica pero con la incorporación de resultados propios importantes.
Orientado hacia las aplicaciones de las matemáticas, Fourier ofreció una teoría matemática de la conducción del calor, con un método que se convirtió en la fuente de los métodos modernos en la física matemática y que utiliza la integración de ecuaciones diferenciales con condiciones de frontera (con el uso de series trigonométricas). Es, por supuesto, el creador de la serie de Fourier, que se puede aplicar a más funciones que, por ejemplo, la serie de Taylor, que forman parte de todos los cursos de cálculo y ecuaciones diferenciales para ingenieros.
La obra representativa de este matemático fue: Théorie analytique de la chaleur (1822), libro basado en ideas con las que había ganado un premio de la Académie des Sciences varios años antes. Aquí Fourier analizó la ecuación diferencial del calor en 3 dimensiones:
donde x,y, z es la temperatura de un objeto en el tiempo y en el punto (x,y,z) Usando el método de la separación de variables, para resolver la ecuación, obtuvo representaciones en series trigonométricas de las soluciones.

Veamos lo que es la clásica serie de Fourier.
Si f es una función integrable en un intervalo [-Π,Π], los coeficientes de Fourier en ese intervalo  son:

 La serie de fourier de f en  [-Π,Π] es :





Poisson, publicó más de 400 trabajos y era en vida considerado un gran profesor de matemáticas. Estudió la electricidad y el magnetismo, como parte de la física matemática, e hizo trabajos en la mecánica celeste y sobre la atracción entre esferoides. Lleva su nombre la famosa "distribución'', llamada también ley de los grandes números, que refiere a un caso límite de una distribución binomial de la forma (p+q)n (donde p+q = 1 y n es el número de experimentos). Si n tiende a y p tiende a 0, y permanece constante el producto np, el caso límite de la distribución binomial es la distribución de Poisson o, también se llama, la ley de los grandes números.
Lo ponemos de otra manera, en lenguaje moderno de probabilidades: si α es un real positivo y X es una variable aleatoria que puede tomar valores 0, 1, 2, 3,..., y si la probabilidad P(x=k) se da por 

cuando k = 0,1,2,... la función de distribución Fx se llama "distribución de Poisson'' de parámetro α.


jueves, 24 de agosto de 2017

Las Matemáticas en Francia | Siglos XVIII y XIX | En torno a la Revolución | Laplace

 Pierre Simon de Laplace fue profesor de la Academia Militar de París, puesto que logró con el  apoyo de d'Alembert.
Su papel fue importante durante la revolución francesa en la organización de la École Normale y la École Polytechnique. De hecho, Napoleón y Luis XVIII le brindaron muchos honores, aunque para ello se afirma que fue muy "flexible'' con sus posiciones políticas. 

Las obras fundamentales de Laplace fueron: Théorie analytique des probabilités (1812) y Mécanique céleste (1799 - 1825, que incluía 5 volúmenes). La famosa ecuación de Laplace que refiere a la teoría del potencial se encuentra precisamente en esta última obra.
Se afirma con toda propiedad que esta última obra culminó los trabajos de Newton, Clairaut, d'Alembert, Euler y Lagrange sobre varios asuntos como la teoría sobre la luna, el problema de los tres cuerpos, las perturbaciones de los planetas, y la forma de nuestro planeta.
En lo que se refiere a las probabilidades, Laplace partía de la premisa de que éstas tenían sentido debido a que medio conocemos y medio desconocemos la realidad circundante. Lo señala con claridad:
"La probabilidad se relaciona, en parte, con esta ignorancia, en parte con nuestros conocimientos. Sabemos que de tres o más acontecimientos uno solo puede ocurrir, pero nada nos induce a creer que uno de ellos ocurrirá con preferencia a los otros. En este estado de indecisión nos es imposible predecir su acaecimiento con certeza. No obstante es probable que uno de estos acontecimientos, tomado arbitrariamente, no ocurra, porque vemos muchos casos igualmente posibles que excluyen su acaecimiento, mientras que sólo uno lo favorece.
La teoría del azar consiste en reducir todos los acontecimientos de la misma índole a un cierto número de casos igualmente posibles, es decir, tales que estemos igualmente inseguros de su acaecimiento, y en determinar el número de casos favorables al acontecimiento cuya probabilidad se indaga. La razón de este número con la de todos los casos posibles es la medida de la probabilidad, que no es más que una fracción cuyo numerador es el número de casos favorables y cuyo denominador es el número total de casos posibles''. [De Laplace, Pierre Simon: "Sobre la probabilidad'', p. 13]

La teoría de las probabilidades había sido un resultado completamente nuevo en el siglo XVII, y se considera a Fermat y Pascal como sus fundadores. Si bien la motivación para el desarrollo de las probabilidades se asoció a los asuntos de los seguros, se sabe que fueron intereses en las cartas y el
juego los que directamente motivaron a estos matemáticos. También debe mencionarse el nombre de Huygens, quien escribió el primer tratado de probabilidades: De Ratiociniis in ludo aleae.
El trabajo de Laplace incluye una discusión larga sobre los juegos de azar y de las probabilidades geométricas, incluye el teorema de Bernoulli y su relación con la integral normal, y con la teoría de los cuadrados mínimos inventada por Legendre. En su libro de 1812, por ejemplo, demuestra que

Laplace mostró cómo se podían realizar muchas aplicaciones de las probabilidades, como, por ejemplo, la teoría de errores, la mecánica estadística y la matemática actuarial.
Boyer comenta las diferencias entre Lagrange y Laplace de la siguiente manera.
"Las mentalidades de Laplace y de Lagrange, los dos matemáticos más importantes de la Revolución, eran diamentralmente opuestas en muchos aspectos. Para Laplace la naturaleza era lo esencial, y la matemática no era más que una caja de herramientas que él sabía manejar con extraordinaria destreza. Para Lagrange la matemática era un arte sublime que justificaba por sí mismo su existencia. La matemática de la Mécanique céleste se ha calificado a menudo de difícil, pero probablemente casi nadie la llamaría bella; en cambio, la Mécanique analytique ha sido admirada siempre commo un 'verdadero poema científico' por la perfección y grandiosidad de su estructura''. [Boyer, C.: Historia de la matemática, p. 620]



lunes, 21 de agosto de 2017

Las Matemáticas en Francia | Siglos XVIII y XIX | En torno a la Revolución | Lagrange

Otro de los grandes matemáticos de este siglo fue Joseph Louis Lagrange de origen italiano y francés, nacido en Turín. Estuvo durante 20 años en la Academia de Berlín, en el periodo que Euler volvió a San Petersburgo. De hecho, fue recomendado por Euler y d'Alembert a Federico el  Grande.

Luego se incorporó a la École Normale y la École Polytechnique en Francia.
Lagrange desarrolló un cálculo de variaciones con métodos exclusivamente analíticos, con lo que simplificó el trabajo de Euler, y aportó nuevos resultados. Este método apareció en "Essai d'une nouvelle méthode pour déterminer les maxima et les minima des formules intégrales indéfinies'', en 1760 - 1761. En este trabajo Lagrange hace un recuento del problema por resolver:
"El primer problema de esta clase solucionado por los geómetras es el de la Brachystocrona, o línea de descenso más rápido, la cual el señor Jean Bernoulli propuso hacia el final del último siglo. Fue resuelto solo para casos particulares, y no fue sino hasta algún tiempo después, en ocasión de las investigaciones sobre Isoperimetrica, que el gran geómetra que mencionamos y su ilustre hermano el señor Jacques Bernoulli dieron algunas reglas generales para resolver muchos otros problemas del mismo tipo. Pero puesto que estas reglas no eran suficientemente generales, todas estas investigaciones fueron reducidas por el famoso Sr. Euler a un método general, en un trabajo titulado Methodus inveniendi ..., un trabajo original que en todas partes irradia un profundo conocimiento del cálculo. Sin embargo, por más ingenioso y fértil que su método sea, debemos reconocer que no tiene la simplicidad que podría desearse en un asunto del análisis puro.'' [Lagrange, J. L.: "Essai d'une nouvelle méthode pour déterminer les maxima et les minima des formules intégrales indéfinies'', en Struik, D.: A source book ..., p. 407]

Algunos de los resultados de Lagrange: la teoría de la luna, soluciones al problema de los tres cuerpos, métodos de separación de raíces reales de una ecuación algebraica y de su aproximación por medio de fracciones continuas, funciones de raíces y sus permutaciones, y la teoría de números donde Lagrange estudió los residuos cuadráticos.
Sus obras fundamentales fueron: Mécanique analytique (1788), Théorie des fonctions analytiques (1797), Leçons sur le calcul des fonctions (1801). Lagrange trató de reducir el cálculo al álgebra en estos dos últimos libros. De hecho, se separó de Newton y de d'Alembert en su aproximación a los fundamentos del cálculo buscando su fundamento en el álgebra de series. Pensó que se podía expresar toda función como una serie, como la de Taylor, lo que resulta equivocado, debido a la divergencia de muchas series.
No obstante, se le reconoce un tratamiento abstracto de la función, que aplicó a diversos asuntos de álgebra y geometría.
Ahora bien, su enfoque aplicado a la mecánica de puntos y cuerpos sólidos, como hace en la Mécanique analytique, con resultados de Euler, d'Alembert y otros matemáticos, ofrece una reformulación algebraica del trabajo realizado con énfasis geométrico por Newton.
Tal vez, la contribución más importante de Lagrange estuvo en el cálculo de variaciones, nombre que deriva precisamente de algunas notaciones que él utilizó desde el año 1760. La idea básica consiste en encontrar tal que la integral sea máxima o mínima. Se sabe que Lagrange había comunicado a Euler, en 1765, sus ideas en torno a este asunto, y Euler decidió atrasar la publicación de sus propios resultados para darle el crédito a Lagrange. También introdujo un método para resolver ecuaciones diferenciales lineales no homogéneas, usando el método de variación de parámetros; usó los llamados "multiplicadores de Lagrange'' para determinar extremos de funciones de varias variables con restricciones.


domingo, 20 de agosto de 2017

Las Matemáticas en Francia | Siglos XVIII y XIX | En torno a la Revolución | Legendre


Legendre

Uno de los matemáticos insignes de Francia fue Adrien Marie Legendre, quien había enseñado entre 1775 y 1780 en la Escuela Militar de París y después sería profesor en la École Normale y en la École Polytechnique, así como, también, hizo trabajos de geodesia. Sus obras principales fueron: Elements de géométrie (1794), Essai sur la Théorie les nombres (1797 - 1798), Théorie des nombres (1830), Exercises du calcul intégral (1811 - 1819, en 3 volúmenes), Traité des fonctions elliptiques et des intégrales euleriénnes (1825 - 1832, también 3 volúmenes). En el primero de esos libros desarrolló un enfoque de la geometría que se separaba de los enfoques euclidianos clásicos favoreciendo necesidades formativas.
Es interesante señalar que Legendre trabajó en muchos de los temas en los cuales el matemático alemán Gauss también lo hizo: el cálculo, las ecuaciones diferenciales, teoría de números y matemáticas aplicadas. En el último libro que mencionamos arriba, Legendre denominó "funciones eulerianas'' a las funciones gamma y beta. Es aquí, precisamente, donde se introducen soluciones a la conocida ecuación diferencial de Legendre


Éstas se llaman "polinomios de Legendre'', ampliamente conocidas en la física-matemática.
Las integrales elípticas aparecen en trabajos de Legendre desde el año 1785, en particular en torno
a la atracción gravitatoria de un elipsoide.
En geodesia, Legendre introdujo el conocido método estadístico de los mínimos cuadrados.
En la teoría de los números hizo contribuciones muy importantes. Su Essai sur la Théorie des nombres fue el primer tratado exclusivamente de teoría de números. En éste incluyó un resultado sobre las congruencias, que es muy famoso:
Cuando al tenerse que si p y q son dos enteros entonces existe otro número entero x tal que x2-1 es divisible por p, se dice que q es un residuo cuadrático de p. Entonces, dados p y q son primos impares, X2= q(modp) y x2=p(modq) son solubles a la vez o insolubles, salvo que p y q sean de de la forma 4n+3. En este último caso, una de las congruencias es soluble y la otra no lo es.
También Legendre en este mismo tratado hizo la conjetura que afirma que , primos menores que el natural n, el número de tiende a:
En 1825, ofreció un resultado sobre el último teorema de Fermat: una demostración de su insolubilidad para n=5
.




sábado, 24 de junio de 2017

Las Matemáticas en Francia | Siglos XVIII y XIX | En torno a la Revolución | Parte 1




El impacto de la Revolución Francesa en la ciencia francesa y europea fue muy grande. Debe subrayarse: los gobiernos revolucionarios le dieron a la ciencia relevancia, la nutrieron con recursos y depositaron en ella muchas expectativas para afirmar los cambios sociales. Algunos matemáticos, como Monge y Carnot fueron republicanos apasionados y participaron activamente en las tareas revolucionarias. Y se beneficiaron de ello, de algunas maneras. Sin embargo, otros, como Bailly, Condorcet y el mismo Lavoisier, no sobrevivieron los nuevos tiempos por sus ataduras con el orden político y social previo.
En relación con la ciencia, las dos acciones más importantes que se tomaron entonces fueron:
  • El establecimiento del sistema métrico decimal para los pesos y medidas.
  • La reforma educativa más importante realizada desde el Renacimiento: la creación de la École Normale Supérieure, la École de Médecine y la École Polytechnique.
Estas nuevas Écoles, modelo para otros países, se construyeron con base en las academias científicas y escuelas militares y no con base en las universidades. Esto, por supuesto, ya que ellas habían permanecido en el marco ideológico y político del antiguo régimen.
Estas nuevas instituciones crearon un nuevo régimen estatal con profesores y científicos asalariados. Algo radicalmente diferente a lo que sucedía antes. Esto expandió las posibilidades del trabajo de los matemáticos y propulsó una generación importante que dejaría su impronta en la historia de las matemáticas.
La Revolución Científica del siglo XVII logró provocar una ruptura radical con el orden ideológico de la Edad Media, a la vez que retomaba el conocimiento griego antiguo, resolvía problemas clásicos con nuevos métodos (descripción matemática y el método experimental).
En el siglo XVIII se resolvieron con nuevos métodos asuntos que los griegos nunca pudieron imaginar.
No debe olvidarse en este escenario un estrecho vínculo con la producción económica y la técnica: a través de la química, la electricidad, la ingeniería mecánica.

Monge

La École Polytechnique, fundada en 1794, se convirtió en un modelo para el estudio de la ingeniería y de las escuelas militares. Los componentes de las matemáticas aplicadas y puras eran muy importantes. Y, de hecho, los mejores científicos de Francia se involucraron con ésta.

Monge fue uno de los creadores de la École Polytechnique, profesor y administrador de ésta, un apoyo e importante dirigente de los matemáticos que estuvieron asociados con esa institución. Desarrolló la geometría descriptiva, que en un principio se llamó "estereotomía''. Estos trabajos referían al estudio de las propiedades de las superficies, normales, planos tangentes, y una serie de temas que hoy entendemos sumergidos en la geometría tridimensional. El método esencial de la geometría descriptiva lo que hace es básicamente representar un objeto tridimensional en forma bidimensional.
Gaspard Monge se suele caracterizar como el primer especialista en geometría.
Creó los fundamentos de la geometría proyectiva y, además, contribuyó a la geometría diferencial y
analítica. Sus obras principales fueron: Géométrie descriptive (1795 - 1799) y Application de l'analyse à la géométrie (1809). El primer libro condensaba las lecciones que Monge había dado en la École Normale, otra institución formativa, aunque con un menor nivel que la Polytechnique. Monge desarrolló la geometría analítica en tres dimensiones. Por ejemplo, hizo un estudio sistemático de la recta en el espacio tridimensional, estudió los parámetros de dirección de una recta, la distancia de un punto a una recta, la distancia entre dos rectas, etc. Uno de sus resultados, para dar un ejemplo:
"Los planos trazados por los puntos medios de las aristas de un tetraedro y respectivamente perpendiculares a la arista opuesta, se cortan en un punto M que recibe el nombre de 'punto de Monge' del tetraedro. Este punto es además el punto medio del segmento que une al baricentro y el circuncentro del tetraedro.'' [Boyer, Historia de la Matemática, p. 601].
El papel de Monge fue decisivo para devolverle a la geometría analítica una mayor relevancia, tanto en la creación matemática como en los planes de formación académica, lugar que había perdido debido al surgimiento y desarrollo extraordinarios del Cálculo.
Un detalle: las necesidades de enseñanza en la École Polytechnique o, incluso, en la École Normale, empujaron a crear textos escolares y una tradición relevante. Por ejemplo, se dio la publicación de varios libros de texto en geometría analítica (con mucha influencia de los trabajos de Monge) que perdurarían por muchos años. Entre ellos, textos de: Jean Baptiste Biot, Louis Puissant, F. L. Lefrançais, y Sylvestre François Lacroix. Este último tuvo un gran éxito con los textos de matemáticas en general, que se editaron muchas veces y se tradujeron a varios idiomas: Arithmetique, Géométrie, Algèbre, etc. Uno de los más famosos de Lacroix: Traité du calcul differentiel et de calcul intégral, 1797.
Dos de los discípulos de Monge contribuyeron a la geometría de forma diferente. Charles Dupin, quien utilizó métodos de Monge sobre la teoría de las superficies para encontrar rectas asintóticas y conjugadas. Un papel más decisivo tuvo Víctor Poncelet: retomando ideas de Desargues, dos siglos antes, fundó plenamente la geometría proyectiva. Su obra magistral fue Traité des propiétés projectives des figures que se publicó en 1822. 

Carnot 

También en la geometría debe citarse a Lázare Carnot, quien en 1801 publicó De la Corrélation des figures de la géométrie, donde buscaba encontrar un tratamiento más general para la geometría euclidiana. Tiempo después, en 1803, presentó Géométrie de position, una obra de geometría clásica que también introducía algunos elementos de análisis. Un ejemplo de esas generalizaciones de la geometría: el teorema del coseno,
en el plano, se extiende a


en el tetraedro donde a, b, c,d son las áreas de las caras y B,C y D los ángulos diedros formados por las caras con áreas c y d, b y d, b y c.
Carnot descubrió que los sistemas de coordenadas rectangulares y polares pueden transformarse de múltiples maneras sin que cambien las propiedades de las curvas, y empujó hacia lo que hoy se llaman las coordenadas intrínsecas.




lunes, 29 de mayo de 2017

Las Matemáticas en Francia | Siglos XVIII y XIX | Introducción


 
Francia aportó durante los siglos XVIII y XIX muchos matemáticos de primera línea.  Varios factores jugaron a favor de esta relevancia colectiva francesa.
Debe tenerse en mente que ese país vivió un profunda revolución y antes una gran efervescenciaintelectual. Por eso, aunque Descartes fue colocado en el Índice de la Inquisición en 1664, en el siglo XVIII había retomado interés y, de hecho, en ciertos círculos se dio un debate entre cartesianos y newtonianos.
Voltaire fue un promotor de Newton en Francia (por ejemplo, por medio del libro Lettres sur les Anglais, 1734), y, de hecho, fue Madame du Châtelet, una de sus amigas, quien tradujo al francés nada menos que los Principia en 1759.

Clairaut, d'Alembert, de Moivre, Bézout 


A favor de Newton fueron relevantes las expediciones a Perú y a Laponia, con Pierre de Maupertuis en esta última, que mostró cómo la Tierra se aplanaba en los polos. Con de Maupertuis viajó Alexis Claude Clairaut que ya había publicado un trabajo sobre geometría analítica y diferencial de curvas en el espacio (Recherches sur les courbes à double courbure, 1731). A Clairaut se deben resultados en las integrales de línea y las ecuaciones diferenciales y, precisamente, la llamada "ecuación de Clairaut''.
Una figura clave de la Ilustración francesa fue Denis Diderot, el dirigente de la famosa .Encyclopédie (28 volúmenes entre 1751 y 1752). Jean Le Rond d'Alembert fue el principal matemático en el proyecto de Diderot. En el año 1743 publicó Traité de dynamique con métodos para reducir la dinámica de cuerpos sólidos a la estática. Poco después, a partir de sus estudios del problema de la cuerda vibrante, desarrolló las ecuaciones diferenciales parciales (al igual que Daniel Bernoulli).




jueves, 11 de mayo de 2017

Las Matemáticas del Renacimiento | Parte 4 | Aritmética y álgebra



A principios del siglo XVI, el cero y los irracionales se aceptaban, más o menos en la tradición de los árabes e hindúes. Cardano, Stevin, Pacioli y el alemán Michael Stifel introdujeron nuevos tipos de irracionales. Vieta dio una aproximación del número usando otras formas de irracionales. Stifel en su obra Aritmética Integra de 1 544 usó irracionales en forma decimal, aunque tenía sus dudas acerca de la naturaleza de los mismos, a los que no consideraba exactamente números de verdad.
Las dudas sobre los irracionales siguieron por siglos. Pascal y Barrow opinaron que números como la eran simplemente magnitudes geométricas, o sea eran símbolos sin existencia independiente más allá de esas magnitudes, y acudían a la teoría de las magnitudes de Eudoxo para justificar la operación con ellos. Stevin, por el contrario, afirmaba que los irracionales eran números independientes, e incluso los aproximó por medio de números racionales. En la misma dirección, John Wallis y Descartes llegarían a afirmar que los irracionales eran números.
Un tanto similar ocurría con los números negativos. En los siglos XVI y XVII matemáticos como el mismo Stifel afirmaron que eran números absurdos. Cardano obtuvo números negativos en algunas ecuaciones, pero no los consideraba números; es más, afirmaba que eran absurdos, ficticios. Vieta los descartó completamente. Pascal consideraba un sin sentido restar 4 al 0. Descartes sí los aceptó, aunque solo en parte (a las raíces negativas las llamaba falsas).
En la solución de ecuaciones cuadráticas y al usar la raíz cuadrada los matemáticos de la época se toparon con otros números aun más problemáticos: los complejos. Por ejemplo, Cardano al resolver la ecuación x(10-x)=40 encontró raíces complejas.

Algo similar ocurrió con Bombelli quien incluso llegó a formular las cuatro operaciones con los complejos en la forma actual. Pero tanto Cardano como Bombelli consideraban que se trataba de algo sin utilidad y de naturaleza sofística.
Aunque no tuvo mucha influencia en su tiempo, Albert Girard le dio valor a los complejos como soluciones formales de ecuaciones.
Descartes, a pesar de la gran amplitud de miras que siempre exhibía, rechazó a los complejos, no eran números verdaderos, y dijo que eran imaginarios, término que se quedaría como consignación de estos números. Para Newton se trataba de raíces imposibles.
Sea como sea, el uso de métodos algebraicos expandió las fronteras de lo que debía considerarse números. El proceso, sin embargo, tomó mucho tiempo para esclarecerse plenamente. 
Bombelli

Otro resultado de la época fue el uso de las fracciones continuas. Por ejemplo, Bombelli las usó para aproximar raíces cuadradas (Algebra, 1 572), y, algunas décadas después, John Wallis para representar



Arithmetica Infinitorum, 1 655). Debe recordarse que los hindúes habían trabajado mucho las fracciones continuas para resolver ecuaciones indeterminadas.
Dos obras aritméticas tuvieron influencia durante los siglos XV y XVI: Triparty en la science des nombres de Nicolás Chuquet (francés) y la Summa de arithmetica, geometrica, proportioni et proportionalita de Luca Pacioli (1445 - 1514). 
Summa de arithmetica, geometrica, proportioni et proportionalita
En cuanto al primero, no se sabe cuánto es original de éste, y trata de las operaciones aritméticas racionales con números, incluye el estudio del sistema de numeración hindú-árabe. Hay, también, resolución de ecuaciones. Aunque este libro no fue publicado hasta 1 880, se sabe que Etienne de la Roche publicó en 1 520 y 1 538 un libro que contenía mucho del libro de Chuquet (Larismetique nouvellement composee).
El segundo libro era un compendio de aritmética, álgebra, geometría elemental y contabilidad (de doble entrada). Tampoco se puede decir que fuera original, no cita fuentes, por ejemplo. En su parte aritmética, explica métodos para multiplicar y hallar raíces cuadradas, en la de álgebra da las soluciones normales para ecuaciones lineales y cuadráticas. 

Mientras tanto, en el álgebra no se daría ningún desarrollo durante el Renacimiento hasta el trabajo de Cardano (Ars Magna, 1 545). No obstante, debe mencionarse el trabajo de Pacioli: Summa de Arithmetica, Geometria, Proportione et Proportionalita, 1 494, una recopilación de conocimientos y aplicaciones prácticas que, sin embargo, no tenían mucho más que lo que contenía el Liber Abaci de Leonardo de Pisa en 1 202. Podemos afirmar que:
"Parece haber consenso entre los historiadores de este periodo en que las matemáticas del Renacimiento se caracterizaron por el desarrollo del álgebra, no siguiendo el influjo geométrico griego, sino más bien las tradiciones medievales. Aunque las ciudades italianas sirvieron para la penetración de la ciencia árabe y griega antigua, también debe reconocerse la existencia de trabajos germánicos en el álgebra. Una de las más importantes de éstas fue la Aritmética íntegra de Stifel (un tratado del álgebra muy completo de lo que existía en la época publicado en 1 544).'' [Ruiz, A. y Barrantes, H.: Elementos de Cálculo Diferencial. Historia y ejercicios resueltos, p. 51]

Las ecuaciones de tercer y cuarto grados

Scipione dal Ferro
Las cuadráticas fueron resueltas desde los babilonios, usando el método de completar cuadrados.  Con relación a la de tercer grado, Pacioli pensó que no era resoluble, sin embargo alrededor del  1500 algunas de ellas fueron resueltas por Scipione dal Ferro (1 465 - 1 526) de Bologna:  


Un siguiente paso lo dio el famoso matemático Tartaglia, cuyo nombre era Niccolò Fontana de  Brescia (1499 - 1557). Su seudónimo se debía a que quedó tartamudo después de que un soldado  francés le cortara la cara. Resolvió varios tipos de ecuaciones de la forma:  

Cardano quien publicó en su Ars Magna el método de solución de Tartaglia se lo atribuyó con su discípulo Lodovico Ferrari (1 522 - 1 565) a dal Ferro, provocando una disputa con Tartaglia. Con la solución de la ecuación cúbica, luego, se obtuvo la solución de la cuadrática, por medio de Ferrari.
Entonces, por el concurso de Tartaglia, Cardano y Ferrari se encontraron métodos para la resolución de las ecuaciones de tercer y cuarto grados. Pero, tiempo después, Vieta, además de la generalización que logró con el simbolismo, exploró un método general para usar en cualquier tipo de ecuación sin importar el grado. 
Estos métodos desarrollados, de algunas maneras, se enseñan en la teoría elemental de las ecuaciones. Asuntos como la relación entre el grado y el número de raíces, o las calidades de éstas: cuántas positivas, negativas, complejas.
Cabe mencionar que Descartes, tiempo después, en La Géométrie, sugeriría la regla de los signos para las raíces: el número máximo de raíces positivas de P(x)=0 , con P(x) un polinomio, es el número de alteraciones en el signo de los coeficientes y el máximo de las negativas es el número de veces que dos signos + o - dos signos ocurren sucesivamente. Y, además, en ese mismo libro estableció el teorema del factor, es decir que: f(x) es divisible por x-a , con a positivo, si y solo si a es una raíz de f(x)=0. Y por x+a si a es un raíz ``falsa''.
Descartes realmente estableció el método moderno para encontrar raíces racionales de polinomios. Asuntos de la obra del genial francés que no son tan conocidos.
Otro resultado interesante de esta época es el uso del Triángulo de Pascal, que aunque lleva el nombre de este genial matemático fue usado anteriormente por otros como Tartaglia, Stifel y Stevin.

La expansión para con n entero, el llamado teorema del binomio, era conocida por los árabes del siglo XIII.
En la teoría de números de la época, el principal impulso lo llegó a realizar Pierre de Fermat (1601 - 1665), quien partiendo del trabajo de Diofanto estableció la dirección de los trabajos en esta disciplina matemática por lo menos hasta Gauss. Ya desarrollaremos esto con detalle.

El progreso en los símbolos

Se suele reconocer que fue el mejoramiento del simbolismo en el álgebra uno de los resultados relevantes del siglo XVI, aunque no se tuviera plena conciencia de su importancia. Por ejemplo, desde el siglo XV, se usó p por más y m por menos, y en el mismo siglo por los alemanes los símbolos de + y - . El símbolo para indicar "veces'' se le debe a Oughtred. Leibniz, años después, objetó que podía ser confundido con la x. Robert Recorde (1510 - 1558) introdujo el signo = . Para la igualdad Vieta usó ~ y Descartes
Fue Thomas Harriot quien introdujo los signos < y >. Descartes usó

Vieta 

 

Probablemente fue Vieta quien realizó el salto más relevante en el simbolismo para el álgebra. Bajo  la influencia de Cardano, Tartaglia, Bombelli, Stevin y especialmente Diofanto, introdujo letras  para designar números de manera sistemática y consistente. Usó consonantes para las cantidades conocidas y vocales para las desconocidas. Su conciencia del papel del simbolismo y de la naturaleza general del álgebra lo llevó a hacer la famosa distinción entre logistica numerosa y  logistica speciosa para separar aritmética y álgebra. Mientras que la numerosa refería a números, la  speciosa a un método de operar sobre formas de cosas o especies, de ahí el nombre precisamente. Es decir, álgebra refiere a tipos generales. Una de las cosas que trató de hacer fue establecer las identidades algebraicas que había en los textos geométricos griegos de la Antigüedad.

Aunque muchos buscaron mejorar el trabajo de Vieta como Harriot, Girard y Oughtred, debe mencionarse que fue Descartes quien usó las primeras letras del alfabeto para cantidades conocidas y las últimas para las desconocidas, exactamente como se trabaja ahora (aunque Vieta y Descartes usaron los coeficientes literales solo para números positivos).
Leibniz, debe decirse, fue de los matemáticos más preocupados con el simbolismo. 

Logaritmos: un resultado relevante

Puede decirse que el resultado más relevante de la aritmética de los siglos XVI y XVII fueron los logaritmos. Aparentemente, fue Stifel el primero en notar la correspondencia entre los términos de la sucesión geométrica y aquellos de la progresión aritmética formada por sus exponentes: 0, 1, 2, 3, 4,....
Al multiplicarse dos términos de la geométrica, el exponente del nuevo término así formado es la suma de los términos correspondientes en la aritmética. La división en la geométrica da la resta en la aritmética.
También Chuquet había notado esto (1484).
Pero fue John Napier (1550 - 1617) quien desarrolló los logaritmos, casi al terminar el siglo XVI, analizando la correspondencia entre las dos progresiones. Su motivación era, como era común en toda esta época, facilitar cálculos en trigonometría esférica que se usaba en asuntos de astronomía (de hecho, considera logaritmos de senos). Napier envió en consulta sus resultados al gran astrónomo Tycho Brahe. Dos obras condensan esos resultados: Mirifici Logarithmorum Canonis Descriptio y Mirifici Logarithmorum Canonis Constructio, de 1614 y 1619 respectivamente.
Otro matemático que trabajó con logaritmos fue Henry Briggs (1561 - 1631), quien sugirió el 10 como base, simplificando las cosas, y creó tablas de logaritmos para números cercanos que todavía tienen alguna utilidad.

Un tratamiento similar al de Napier fue realizado por el suizo Joost Bürgi (1552 - 1632) quien, para que se aprecie la conexión astronómica, fue asistente de Kepler en Praga.
Tiempo después se construyeron otras tablas de logaritmos por vía algebraica, incluso usando <series infinitas: James Gregory, Lord Brouncker, Nicholas Mercator, John Wallis y Edmond Halley ("padre'' del famoso cometa Halley).

Una nueva relación

Marino Ghetaldi
En este punto es relevante valorar la relación entre álgebra y geometría. Como herencia de los griegos, a pesar de los desarrollos en álgebra, siempre había una dependencia de la geometría. El punto de fondo refería a la justificación del álgebra, mejor dicho del pensamiento algebraico. Los matemáticos trataron primeramente de encontrar pruebas geométricas para asegurar el álgebra (como Cardano, Tartaglia, Pacioli o Ferrari). 
Una dosis mayor de independencia se logró con los trabajos de Vieta y los de Descartes. En un principio el álgebra buscó servir como un método para sistematizar situaciones de la geometría, en las construcciones. Es ésta la motivación principal que se encuentra en el trabajo de Vieta In Artem Analyticam Isagoge. Se identificaba una contraposición entre álgebra y geometría equivalente a la que existe entre análisis y síntesis.
Vieta afirmaba el álgebra como un "arte analítico''. El método analítico vislumbrado era asumir lo que se desea probar y por deducción llegar a verdades conocidas. Vieta buscó tratar los asuntos de proporciones de las magnitudes por medio del álgebra.
Esta relación mutua entre álgebra y geometría para estudiar las soluciones de problemas geométricos o, inversamente, para construir raíces de problemas geométricos, también se puede apreciar en obras del discípulo de Vieta, Marino Ghetaldi (1566 - 1627): Apollonius Redivivus y De resolutione et compositione matematica.